Entre hipos y cocos, nos pasamos la tarde reflexionando y jugando con esta historia de Ema Wolf. La autora narra como los hipopótamos y los cocodrilos dejaron de tener unas pequeñas bocas de u y adquirieron sus actuales bocasas: ¡ compitiendo por ver quien hacía el sandwich más grande!
Los chicos opinaron si la competencia es bueno o mala, y si comer excesivamente esta bien ó mal. Las respuestas fueron de las más variadas, pero concluimos en que si se compite de manera leal, sin hacer trampas y sin envidia, una competencia puede ser buena, por ejemplo las deportivas...y que comer sin límites nos traen problemas a corto y largo plazo: un inminente dolor de panza y posiblemente un problema de sobrepeso que puede ser malo para nuestra salud.
Después, en ronda, armamos nuestro propio sandwich, cada uno incorporó un ingrediente.
Nos separamos en hipos y cocos y cada grupo armó una canción con su coreografía.
Por último, pero no por eso menos importante, los chicos pintaron con temperas, plasticolas, crayones, lápices, etc la escena del cuento que más le gustó, y luego las comentaron al grupo.
Pasamos una tarde requete divertida, ojalá el próximo sábado vuelva a repetirse!
